Saturday, August 7, 2010

Aprendizaje por Observación

Una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi e imploró:

“Por favor Mahatma, inste a mi hijo a no comer azúcar”.

Gandhi, después de una pausa contestó:

“Tráigame a su hijo de aquí a dos semanas”.

Dos semanas después, ella volvió con el hijo.

Gandhi miró bien profundo en los ojos del muchacho y le dijo:

“No comas azúcar”

Agradecida pero perpleja, la mujer preguntó:

“¿Por qué tardó dos semanas? ¡podría haber dicho lo mismo antes!”

Y Gandhi le contestó:

“Hace dos semanas, yo también estaba comiendo azúcar.

En mi libro “Un Hombre, Un Entrenador, Un Sueño”, explico como los niños hacen lo que ven que sus padres hacen, y no lo que sus padres dicen; Y es sencillamente porque habla más alto lo que haces que lo que dices.

Ocurre que bajo esta premisa, si observamos que un niño o muchacha está con sobrepeso o con obesidad es muy probable que sus padres tambien lo esten.

De alli la importancia de enseñar con el ejemplo. Predicar con la palabra es fácil, predicar con el ejemplo es la forma más efectiva de transformarnos y estimular la transformación en otros. No puedes pedirle a alguien que deje de consumir alimentos y bebidas azucaradas o alimentos llenos de grasa, si tu también lo haces, máxime cuando se trata de educar a que nuestros hijos tengan hábitos alimenticios sanos. A eso le llamamos incongruencia.

Mira, tal como lo hizo Ghandi, él demostró predicar con el ejemplo .

Ahora bien, tú estás predicando con el ejemplo y siendo congruente con tus acciones?

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Friday, August 6, 2010

Adelgazar lentamente no sería un buen consejo

Si quieres adelgazar o bajar de peso y mantenerlo, un nuevo estudio sugirió que comiences una dieta y un plan de ejercicios que te ayuden a adelgazar rápidamente desde un principio.

Si bien algunos médicos y nutricionistas opinan que adelgazar rápido facilita la recuperación del peso, un equipo halló que no importa cuánto se adelgaza al principio de la dieta, debido a que en un año los kilos vuelven.

“Es un mito la idea de que las personas que adelgazan de a poco adelgazan más”, dijo la doctora Deborah Tate, psicóloga clínica que investiga la obesidad en The University of North Carolina, en Chapel Hill, y que no participó en el estudio.

Si la preocupación es el peso corporal en el largo plazo, “entonces hay que recomendar que las personas adelgacen una gran cantidad de kilos”, opina el doctor Jeroen Barte, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente, en Holanda, y autor principal del estudio.

Su equipo presentó los resultados en el Congreso Internacional de Obesidad, en Estocolmo, Suecia. La revista Obesity Reviews publicó el estudio en marzo.

Los autores revisaron datos de 12 ensayos sobre casi 1.000 personas con sobrepeso y obesidad. En todos los estudios, los participantes realizaron un programa intensivo de adelgazamiento con ejercicio y orientación nutricional. El programa duró entre 10 semanas y 1 año y medio.

El equipo controló el peso al inicio y al final de cada ciclo y un año después de haberlo finalizado. El equipo comparó qué cantidad de peso inicial no habían recuperado los participantes que habían logrado adelgazar entre el 5 y el 10 por ciento de su peso corporal y más del 10 por ciento.

En promedio, los pacientes comenzaron el programa con 94,8 kilos y adelgazaron unos 9 kilos con el programa. Al año, sin importar cuánto habían adelgazado al principio, recuperaron la mitad del peso perdido.

Es decir, los que más habían adelgazado al comenzar el programa terminaron con los mejores resultados en el largo plazo.

El hallazgo se suma a una creciente ola de estudios que demuestran que adelgazar lento y sostenidamente no sería lo mejor, opinó Tate. “Quizás deberíamos promover un mejor adelgazamiento inicial”, sugirió.

Eso no quiere decir que las personas deben adelgazar demasiado y a cualquier precio. La recomendación sigue siendo 0,5 o 1 kilo por semana, confirmó la investigadora.

Los autores sostuvieron que los próximos estudios deberían seguir a los pacientes durante más de un año para comprender verdaderamente el efecto de ese adelgazamiento inicial.

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Thursday, August 5, 2010

Dieta mediterránea reduce riesgo de cáncer mamario?

Las seguidoras de la dieta mediterránea tendrían menos riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia que las mujeres con otro patrón alimentario.

Tras controlar a 14.800 mujeres griegas durante una década, investigadores hallaron que las que más adherían a la dieta tradicional eran menos propensas a tener el diagnóstico tumoral que el resto.

Esa relación se registró sólo en mujeres en la posmenopausia. Aquellas que más adherían a la dieta mediterránea eran un 22 por ciento menos propensas a desarrollar cáncer mamario durante el estudio que las que menos adherían a ese tipo de alimentación.

Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, no prueban que la dieta proteja del cáncer. Pero sí lo hacen nuevos estudios.

Los autores estiman que si todas las participantes hubiesen adherido a la dieta mediterránea tradicional, se habría prevenido un 10 por ciento de los 127 cánceres mamarios detectados en la posmenopausia.

A pesar de que los resultados son preliminares, se suman a las evidencias que asocian la dieta mediterránea con una reducción del riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y ciertos cánceres, como los de colon y estómago.

La dieta mediterránea tradicional es rica en pescado, aceite de oliva, vegetales, granos integrales, frutos secos y legumbres, y contiene relativamente poca carne roja y lácteos. (Tal como lo describo en el libro “Un Hombre, Un Entrenador, Un Sueño”)

Durante años, los científicos propusieron que la dieta explicaría por qué los países del Mediterráneo tienen tasas históricamente bajas de enfermedad cardíaca y algunos cánceres, incluido el de pecho, comparados con otros países en Europa y Estados Unidos.

Hasta ahora, sólo dos estudios, realizados en Estados Unidos, habían analizado la relación entre la alimentación mediterránea y el riesgo de desarrollar cáncer mamario. Ambos hallaron un nexo entre la dieta y la disminución del riesgo de desarrollar la enfermedad, aunque en un estudio lo identificó solamente para los cánceres sin receptores de estrógeno, que son un cuarto de los tumores de mama.

El nuevo estudio se concentró en las mujeres de Grecia, la “cuna” de la dieta mediterránea, donde gran parte de la población la sigue manteniendo, según explicó el doctor Dimitrios Trichopoulos, investigador principal del estudio.

Al inicio de la investigación, las participantes respondieron cuestionarios alimentarios detallados e informaron sobre el estilo de vida.

Cada mujer recibió un puntaje de adherencia a la dieta mediterránea, de 0 a 9, según la frecuencia con la que consumía vegetales, legumbres, frutas, frutos secos, granos integrales, pescado y aceite de oliva u otras fuentes de ácidos grasos monoinsaturados; también ganó puntos si consumía poca carne y lácteos.

A 240 de las 14.800 participantes se les diagnosticó cáncer de pecho durante los 10 años de seguimiento.

Las mujeres posmenopáusicas con entre 6 y 9 puntos eran un 22 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad que las participantes con entre 0 y 3 puntos, aun tras considerar factores como la edad, la educación, el tabaquismo, el peso y la actividad física.

Los resultados muestran una relación entre la dieta mediterránea y una reducción del riesgo de desarrollar cáncer mamario, pero no prueban una relación causa-efecto, según Trichopoulos, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, y de la Oficina de Investigación Epidemiológica de la Academia de Atenas, en Grecia.

El autor sostuvo que se necesitan más estudios para confirmar los resultados, aunque otras evidencias sugieren cómo la dieta mediterránea podría reducir el riesgo de tener cáncer.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition online 14/7/2010

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Wednesday, August 4, 2010

Son seguros los suplementos nutricionales?

A los estadounidenses les encantan los suplementos dietéticos. Más de la mitad de la población adulta los han tomado alguna vez para permanecer sanos, para perder peso, para mas energia, ganar ventaj en los deportes e incluso en el dormitorio, evitando usar los medicamentos de venta con receta.

Según la Nutrition Business Journal, una publicación comercial, en el año 2009, se gastaron $26.7 mil millones de dolares en ellos. Lo que los consumidores no se dan cuenta, sin embargo, es que los fabricantes de suplementos de manera rutinaria, y legalmente, venden sus productos sin tener que demostrar que son seguros y efectivos. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) no ha hecho pleno uso, de incluso, la autoridad que le confiere el grueso de la industria (1994 Suplementos Dietéticos de la Salud y la Ley de Educación (DSHEA).

Como resultado, el mercado de suplementos no es tan seguro como debería ser -señalan.

Hemos identificado una docena de ingredientes en los suplementos que creo que los consumidores deben evitar debido a los riesgos de salud, incluyendo el hígado, problemas cardiovasculares y problemas renales. Se han encontrado productos con esos ingredientes fácilmente disponibles en tiendas y en línea.

Debido a la falta de control de calidad e inspección, los suplementos contaminados con metales pesados, pesticidas o medicamentos con receta han sido vendidos a consumidores desprevenidos. Y reglas de la FDA que apuntan a la calidad de fabricación no se aplican a las empresas que suministran las hierbas, vitaminas y otros ingredientes crudos.

China, que reiteradamente ha sido sancionada por exportar productos contaminados, es un importante proveedor de ingredientes de materia prima para suplementos. La FDA aún no ha ido a inspeccionar una sola fábrica allí.

La falta de supervisión deja a los consumidores como John Coolidge, de 55 años, de Signal Mountain, Tennessee, vulnerables. Él comenzó a tomar un suplemento llamado Total Body Formula para mejorar su salud general. Pero en cambio, dice, a partir de febrero de 2008, que experimentó un síntoma tras otro: diarrea, dolor en las articulaciones, pérdida del cabello, problemas pulmonares, y las uñas de manos y pies se le desprendieron. “Eso me destrozó”, dijo.

Con el tiempo, cientos de otros informes de reacciones adversas al producto llamó la atención de la FDA, asi que recorrieron las instalaciones del fabricante y tomaron muestras del contenido de los productos. La mayoría de las muestras contenían más de 200 veces la cantidad declarada de selenio y hasta 17 veces mas la ingesta recomendada de cromo, según la FDA.

En marzo de 2008 el distribuidor retiró voluntariamente los productos involucrados. Coolidge ha demandado a varias empresas por daños y perjuicios ante los tribunales, pero ellos han negado las afirmaciones en documentos judiciales. Sus uñas y el cabello ha vuelto a crecer, pero dijo que todavía sufre de problemas respiratorios graves.

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Tuesday, August 3, 2010

Cuánto afecta el alcohol en la pérdida de peso?

Probablemente este es un artículo un poco largo, pero es tan importante que entiendas, cuánto afecta el alcohol en la pérdida de peso.

Francamente, tú puedes llevar una dieta perfecta y estar haciendo un trabajo muy bien hecho para adelgazar. Pero dejáme decirte que si todavía tienes dificultades para perder peso, puede ser debido a que no tienes cuidado con el consumo de alcohol.

En primer lugar, el alcohol tiene 7 calorías por gramo, casi tanto como la grasa (9 calorías por gramo) y casi el doble de calorías que un gramo de hidratos de carbono o proteínas (4 calorías por gramo).

De manera que sólo un par de copas puede aportar tanto como 300-400 calorías, lo que hará que la creación de déficit calórico sea muy crítica y todo un reto.

Además, cuando consumes alcohol en el momento mismo que comes, tu cuerpo tiende a quemar el alcohol en primer lugar, y ahorra quemar grasa. Mientras más alcohol consumes, es más probable que algunos de tus alimentos se almacenen como grasa.

Y los estudios demuestran que el alcohol no sólo hace que la gente se ponga hambrienta, sino que al mismo tiempo, reduce las inhibiciones, por lo que es más probable terminar en una borrachera, o hacer una elección de alimentos poco prudente. Cuanto más se bebe, menos te importa acerca de lo que estás comiendo y esto puede sabotear tu progreso.

Esto no quiere decir que tienes que cortar el consumo de alcohol por completo. El alcohol, como la grasa y el azúcar, pueden ser consumidos con moderación. Si tú bebes regularmente, te sugerimos reduzcas a un vaso cada noche, o una copa o dos los fines de semana, o sólo cuando vayas a comer.

Hay maneras de minimizar el impacto que tiene el alcohol en tu dieta. Si vas a beber, por favor considera estas sugerencias:

- Elije una cerveza “light” sobre algunas de las cervezas fuertes. Varias cervezas lite ahora tienen tan sólo 64 calorías en una botella de 12-oz. , mientras que otras cervezas tienen más de 200 calorías!

- Bebe refresco de dieta, tónico de dietas, Crystal Light, agua mineral en lugar de mezclas azucaradas como jugos, soda regular, o jarabe de bebidas mezcladas. Esto te puede ahorrar 200 a 300 calorías o más del cóctel.

Por ejemplo, ponga jugo de limón en la cerveza, recién exprimido o jugo de naranja, y un poco de tequila tiene menos calorías que una tradicional margarita porque se quita el azúcar y las calorías de esta mezcla.

Algunas margaritas tienen más de 500 calorías y cerca de 100 gramos de azúcar! Pero una margarita de Cristal Lite tiene algo más de 100 calorías. Y sabe muy bien … mejor aún, según la opinión de muchas personas.

- ¿Te gusta el vino? Puede ser una buena opción, ya que tiene menos calorías que la mayoría de los cócteles y cervezas artesanales. Sin embargo, el consumo de 2 o 3 vasos significa un montón de calorías adicionales, por lo que es importante vigilar su consumo. Te recomiendo el vino rojo por los antioxidantes que tiene.

No te olvides del agua. Por cada bebida alcohólica que tomes, bebe por lo menos un vaso extra de agua. Esto ayudará a su cuerpo a metabolizar el alcohol y puede contrarrestar algunos de los efectos de deshidratación del alcohol en el cuerpo, como la resaca al día siguiente.

Tu hígado tarda 1 hora para procesar y metabolizar 1 onza de alcohol, asi que si bebes alcohol toma en consideración este tiempo. Cuanto menos sobrecargues el hígado, mejor será porque éste estará más capacitado para procesar el alcohol y quemar cualquier grasa que espera ser quemada.

Como tu bien sabes a estas alturas, es crítico que quemes más calorías de las que consumes para perder peso. Por lo tanto, si planeas salir de copas con los amigos, preve estas consecuencias y consume menos calorías durante el día para ayudar a mantener el déficit en las calorías.

Una última palabra sobre el alcohol. En general, el alcohol tiene pocas o ningun tipo de nutrientes; por eso se llaman “calorías vacías”. Si recibes 500 calorías de unas cervezas, por ejemplo, significa que te va a faltar ese misma cantidad de nutrientes beneficiosos que apoyan la pérdida de peso, la preservación de tus músculos, y la buena salud en general, como la fibra, proteínas y vitaminas y minerales. Así que, para la pérdida de peso máxima, manten tambien tu forma de beber a un mínimo, y sólo disfrutalo de vez en cuando.

Puntos claves para recordar:

1. Limita las bebidas alcohólicas, ya que son muy ricas en calorías y a menudo conducen a un exceso de comida o tomar decisiones imprudentes sobre los alimentos a consumir.

2. Cuando bebas alcohol, vino o cervezas elege lite en lugar de cervezas, cócteles y elijélos mezclados con jugos sin azúcar o refrescos.

3. Además, cuando sepas que vas a beber, planifica las consecuencias. Come menos calorías durante el día y se también más activo, esto para contrarrestar las calorías adicionales que consumirás bebiendo bebidas alcohólicas.

Espero que esto no te desaliente. Y no te preocupes, aún puedes disfrutar de unos tragos, sólo tienes que planificar con anticipación y elegir sabiamente.

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Monday, August 2, 2010

Obesidad…las historias se repiten (II)

El médico de la familia le recomendó a los padres que pusiesen a la muchacha en un programa experimental de un año en el Centro Médico de la Universidad Rush para evitar que ella corriese la misma suerte. Los padres también debían enrolarse. Los padres de la chica, que son obesos, aceptaron de buena gana.

Ella mide 1,5 metros y pesaba 72 kilos (cinco pies, cuatro pulgadas, 158 libras), nueve kilos (20 libras) más que el peso normal para una niña como ella.

Una hermana se hizo vegetariana y la familia decidió imitarla. El programa no requiere una dieta específica, pero recomienda granos, frutas y vegetales, y que se eviten las grasas. Se le enseña a los pacientes a leer las etiquetas de las comidas y a comer tres veces al día.

La idea es que aprendan a comer bien para tener un estilo de vida saludable. La madre de la muchacha comenzó a experimentar con tofu, nueces y queso de soja.

El cambio en los hábitos alimenticios fue drástico. A ella le encantaban los sándwiches de aguacate y las hamburguesa vegetarianas, que su madre le empacaba para que llevase a la escuela.

La familia asistía a sesiones semanales de terapia en grupo que ofrece el doctor Joyce, que incluyen media hora de ejercicios. Iban los miércoles al anochecer. No era el mejor momento, pues estaban cansados del ajetreo del día. El padre, de 46 años, trabaja como técnico de televisores para hospitales y además estudia.

La muchacha trata de caminar bastante, lo mismo que sus padres.

Al principio, durante el verano, todo marchaba bien y al cabo de algunos meses, ella había bajado tres kilos y medio (ocho libras) y perdido 7,6 centímetros (tres pulgadas) en la cintura. Los padres registraban progresos similares. Ella incluso dejó de comer carne.

Las cosas cambiaron al llegar el invierno. Oscurecía temprano y nadie quería salir con el frío. Poco a poco, cuando estaba con sus amigos, la muchacha empezó a picar de la comida de ellos. Admitió que estaba “un poco cansada” de la comida saludable.

En abril del 2009 estaba claro que no lograría sus metas. De hecho había subido 2,25 kilos (cinco libras).

La familia se ausentó de varias sesiones de terapia porque tenía otras obligaciones. Pero se comprometió a completar el programa por más que le tomase más tiempo.

La muchacha contrajo la gripe porcina. Luego consiguió un trabajo como salvavidas en el verano. No tenía ganas ni tiempo de entrenarse o hacer ejercicio.La comida chatarra, siempre tentadora, la atraía cada vez más y seguía subiendo de peso. Se sentía avergonzada, decepcionada, y quería salirse del programa. Pero volvió después de dejar el trabajo del verano como salvavidas.

Mantener una dieta saludable y hacer ejercicios siguió siendo una batalla constante para ella y sus padres. El proceso de admisión en la universidad fue otro causante de estrés para la muchacha.

Luego de casi dos años en el programa, a principios del 2010, ella pesaba 77,4 kilos (170 libras). Doce libras más que cuando empezó. Las medidas de la cintura eran las mismas.Se sintió desencantada.

El doctor Joyce, en cambio, dice que no fue todo tiempo perdido, pues la muchacha pudo haber subido mucho más de peso y sigue sin ser obesa.

El padre subió algunos kilitos, pero su cintura disminuyó. La cintura de la madre perdió 15 centímetros (seis pulgadas).

La experiencia de esta familia confirma lo que ya se sabe: bajar de peso no es fácil.

El doctor Joyce dice que los chicos deben comprender que se requiere un cambio radical en el estilo de vida. “McDonald’s y Burger King no tienen la culpa. Es uno el que elige ir a esos sitios”, expresó.

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching

Sunday, August 1, 2010

Obesidad…las historias se repiten (I)

No es una muchacha obesa. Pero le pasa raspando, y sabe lo que es luchar contra el exceso de peso.

Su médico dice que en cualquier momento puede sumarse a las filas de las niñas obesas y correr peligro de contraer enfermedades típicas de los adultos, como diabetes, bloqueo de las arterias y problemas del hígado. Esos males, lo mismo que el colesterol y la hipertensión, son cada vez más frecuentes en los adolescentes.

El doctor la convenció de que participase en un programa intensivo experimental de un año, en el que nutricionistas, entrenadores y un médico enseñan a cambiar el estilo de vida por uno más saludable.

Ella hizo lo que pudo. Tuvo tropezones y un programa de 12 meses se convirtió en uno de 20. Pero nunca se entregó. Su experiencia es la misma por que atraviesan numerosos adolescentes.

Vive en un barrio de personas mayormente morenas de clase media en el que no hay muchas opciones alimenticias. Abunda la comida rápida y a ella le gusta el pollo frito, las hamburguesas con tocino y los chocolates. Le falta fuerza de voluntad. Pero hace natación, y eso ayuda.

Sus padres, dicen que ella no puede quedarse cruzada de brazos. Tiene que combatir la obesidad.

Ella se desarrolló tempranamente y sus amigos se burlaron por su busto incipiente y sus hombros de nadadora. Comenzó a subir de peso a los diez años aproximadamente.

“Me decían gorda”, comenta la niña. Eso la inhibió.

Usa dos trajes de baño para disimular sus curvas, por más que eso le reste velocidad.
Disfruta la piscina. Cuando avanza por el agua a fuerza de brazadas, nadie le hace bromas ni le habla de lo que come. “No sientes ningún estrés”, afirma.

Dos hermanas de ella que van a la universidad engordaron siendo adolescentes.

Continuará…

BREAKTHROUGH con Carlos Correa Coaching