Si la administración de Obama quiere REALMENTE mejorar la salud de la nación, cosa que puede hacer ahora, entonces que prohíba el aspártamo del edulcorante artificial. Ése sería todo un acierto en política de salud, cambio incluso que podría ganar más adeptos.
Doctores y científicos están renovando el llamado para quitar este veneno de ratas fuera del mercado, esperando eso quizá -apenas quizá – a alguien de la nueva generación del país que no haya sido comprado o pagado por los grandes fabricantes de alimentos.
La verdad sobre el aspártamo es todo menos dulce. Durante los años, esta toxina peligrosa se ha ligado a; coma, cáncer, dolores de cabeza, ceguera, zumbido, pérdida de memoria, y tanto más - hasta e incluyendo muerte.
La FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos) recibe más quejas sobre el aspártamo que cualquier otro aditivo alimenticio – a pesar de todo queda “orientado por el mercado” y la mayoría del mundo, que consume un veneno legal y eficaz. Hoy, estos desperdicios están por todas partes, Starbucks… y eso significa por todas partes. Europa el mayor fabricante de aspártamo tuvo que parar el negocio porque un exceso de provisión masivo hacía demasiado difícil esperar por un beneficio. Así como un distribuidor autorizado de drogas que ahora busca el trabajo honesto porque se ha convertido el "negocio" demasiado barato.
El encanto detrás de la aprobación de su comercialización solamente es como una teoría de la conspiración de cómo un sueño se hace realidad. Inmediatamente después que el presidente Reagan tomó el mandato en 1981, La Compañía G.D. Searle solicitó la aprobación de su edulcorante artificial, aspártamo. Después de años de rechazo constante, consiguieron que le dieran luz verde a su producto. Cómo? La cabeza de esta compañía (el CEO) casualmente pasaba a ser un miembro del nuevo círculo íntimo de la Casa Blanca: Donald Rumsfeld. Y éste a su amigo, Arthur Hull Hayes, le consiguió trabajo como jefe de la FDA. Uno de los primeros actos de Hull Hayes fue convocar un panel para mirar que harían con el aspártamo - y cuando el panel estuvo listo para objetar nuevamente, él los invalidó y aprobó de todos modos la comercialización del aspártamo.
Mientras que el Rummy (Rumsfeld) continuó dando rienda suelta a estragos en la nación por décadas, Hayes dejó la FDA y estableció una firma de relaciones públicas, pero no cualquier firma de relaciones públicas sino una para la cual había estado manejando el negocio… ¡G.D. Searle, el fabricante del aspártamo.!
Yo no podría decir todo esto, porque no tendría palabras para decirlo, pero mírelo por usted mismo, existe mucha información en internet al respecto, después decida si todo es apenas una coincidencia, o sólo son burbujas de las grandes jugadas que hacen en el mundo quienes se cubren las espaldas. Usted sabe como esas jugadas trabajan - cada uno pierde, excepto el individuo que hace esas jugadas.
