Antes de comenzar, necesitamos reflexionar un poco sobre este problema, tal como lo menciono en mi primer libro; “Un Hombre, Un Entrenador, Un Sueño”; dos de cada tres americanos están obesos. El año 2006 había mil millones de personas con sobrepeso, y en los próximos cinco años habrá dos mil millones, es decir, en menos de 10 años el problema se va a duplicar.
Estados Unidos está gastando cerca de cien billones de dólares anuales por concepto de salud para las personas con sobrepeso. La causa primaria es que comemos más y hacemos menos ejercicios. No hay duda que mientras más avances hacemos para disfrutar una mejor forma de vida, más obesos y sobrepeso tenemos.
¡Espere un minuto! usted dirá; ¿Qué hay sobre todos esos alimentos con poca grasa que ahora comemos? ¿Cómo es que ya reduje la grasa en mi dieta y todavía estoy aumentando de peso?
La respuesta es simple. Hace algunos años atrás todos estábamos enterados de los efectos perjudiciales de la grasa en nuestra dieta. ¿Qué hicimos? Comenzamos a concentrarnos en bajar el colesterol y quitar la grasa de nuestras comidas. Y todo iba bien, todavía era una buena idea. Sin embargo, el Centro Nacional de Estadísticas para la Salud estudió los hábitos alimenticios de 8.260 americanos adultos entre 1988 y 1991. La investigación demostró que los americanos habían reducido perceptiblemente la ingesta de grasa pero todavía mantenían las libras de sobrepeso.
¿Cómo pudo suceder esto? No hay misterio. ¡En el proceso de contar gramos de grasa, pararon de contar las calorías! Muchos de nosotros compramos la idea que si es “Light” o “tiene poca grasa” no nos hará mal y no tendremos sobrepeso. ¡ERROR!
Carlos Correa Coaching.
Su Mentor y Acompañante
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