Los nutrientes son todas aquellas sustancias contenidas en los alimentos que son asimilados por el organismo humano para cumplir una función metabólica, entre los que se distinguen los macronutrientes (agua, lípidos, proteínas e hidratos de carbono), excluyo a la fibra alimentaria, que si bien es cierto, no es susceptible de ser ni digerida ni asimilada por el organismo humano, sí desempeña una importante función durante el proceso digestivo.
Por otra parte, existen los micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos) que se encuentran en pequeñas cantidades, pero son componentes muy esenciales para una alimentación humana adecuada.
Todos los nutrientes son muy necesarios en nuestras células para realizar sus funciones vitales. Los encontramos en los alimentos provistos por nuestra Madre naturaleza, pero pocas veces los consumimos.
Hoy, desafortunadamente, la mayoría de los alimentos no son ciento por ciento sanos y puros como quisiéramos consumirlos, ya que muchos de ellos, por agotamiento de las tierras de cultivo, desequilibrios medioambientales y por las transgresiones que el propio hombre ha hecho sobre ellos, están modificados o afectados. Por lo tanto, esos nutrientes tan necesarios para nuestro organismo, no los podemos obtener e ingerir sin que estén libres de pesticidas, preservantes, saborizantes, o colorantes artificiales. Ejemplo típico de esto último es el salmón, que no sólo está afectado por mares contaminados con mercurio, sino que inyectado con colorantes artificiales para una mejor presentación en las vitrinas de los supermercados.
También saborizantes que están alterados para asegurarse que la persona coma o se sirva más de una ración. Se ha detectado en estudios recientes, que los aditivos que se añaden a algunos alimentos y bebidas para darles un color concreto o potenciar su sabor, especialmente en productos que van dirigidos a los niños, pueden aumentar los comportamientos hiperactivos en los menores que los consumen. Sin considerar, y muy probablemente, que todos estos químicos muchas veces puedan producir otros efectos secundarios en las demás personas.
Asimismo ocurre con alimentos como el arroz, que en algunos países de alto consumo como China, están contaminados con plomo y cadmio. Es por eso y para contrarrestar esos efectos, hoy debemos suplementarnos con proteínas, vitaminas y minerales naturales especialmente cultivados, de excelente calidad.
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