Saturday, October 16, 2010

El Estrés Aumenta El Apetito En La Mujer



El estrés se ha transformado en un mal característico de la sociedad moderna. Sus efectos se manifiestan por todo el organismo rápidamente como un tóxico letal. En las mujeres principalmente, el estrés puede reflejarse en aumento o pérdida de peso, lo que a su vez se convierte en un nuevo motivo de estrés, creando un circulo vicioso.
La hormona del estrés
Entre las explicaciones a los casos de obesidad que tienen su origen en el estrés crónico podemos señalar que en esta situación el organismo estimula la producción de la llamada hormona del estrés, cortisol, y de insulina; dueto que aumenta el apetito y las ganas de comer dulces y féculas, lo que se conoce como “alimentación hedonista”.
Esa manera de comer incrementa los depósitos de grasa, entre los que sobresale el hígado que deberá multiplicar su actividad en condiciones que perjudican su funcionamiento y que en muchos casos termina haciendo resistencia a la insulina, estadio previo a la diabetes del tipo 2, que también produce un incremento del apetito.
Cuando comemos buscando poner remedio al estrés, es el cerebro quien nos hace sentir complacidas, pero cuando ese efecto se disipa, volvemos a sentir deseos de ingerir las papas fritas, helados y demás alimentos de engorde que nos han relajado, creando un círculo vicioso claramente perceptible en la báscula y en las adiposidades que vamos acumulando en nuestro cuerpo.
Es recomendable aprender a distinguir cuándo nuestros deseos de comer realmente corresponden a “hambre fisiológica” y cuándo se trata de “hambre psicológica” , es decir un síntoma de estrés. Comprender cómo las emociones estimulan el apetito, nos permitirá desarrollar estrategias para alimentarnos mejor pues es un mito eso de que podemos resistir las tentaciones incluidas las comestibles— sólo con fuerza de voluntad.

BREAKTHROUGH con Carlos CorreaCoaching
Tu Mentor en Salud y Bienestar

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