Has leído bien. Caminó por todo el continente atlántico, algunos kilómetros, 3650.
El hombre de 39 años de edad, padre de dos hijos y ex marino, por lo tanto tenia buena forma física, del sur de California no aguanto más ya que no era feliz con el peso que había ganado en los últimos años, después de un accidente de tráfico en el que una pareja de ancianos murió. Steve, que estaba conduciendo demasiado rápido y en contra de un sol poniente golpeo a la pareja que estaban cruzando la carretera. El incidente tuvo un alto costo emocional en él que lo llevo a una depresión que lo hizo subir de peso, llegando a pesar 350 libras, alrededor de 177 kgs.
Para obligar a su mente salir de esta depresión y condición, valientemente asumió el reto de caminar una agotadora caminata desde su ciudad natal, Oceanside, San Diego, en el sur de California, costa oeste de los EE.UU. al otro extremo, Nueva York en la costa este. Su propósito, perder peso y mostrar a otros como él, que si se puede hacer, si tienes convicción.
De costa a costa del recorrido que inició el 10 de abril debía haber durado 6 meses. Sin embargo Steve llegó a estar en la carretera durante casi un año. Faltando menos de 1000 km para llegar había perdido lo que él llama en broma a un amigo o una chica toda delgada de 50 kg (100 libras). Esto es todo lo que se pierde con un by-pass gástrico, en aproximadamente el mismo tiempo. Además llegó a ver hermosos paisajes, conocer gente diferente, y en lo negativo, casi mordido por una serpiente, y tenía los pies partidos.
Tendemos a pensar que él estuvo loco por tomar el papel del Forrest Gump-la película de 1994 que estuvo en el cine, interpretada por Tom Hanks, corriendo a través de América. Pero Steve creyó lo contrario. De hecho, él creía que “estaría loco si no lo hacía”. Y a diferencia de Forrest Gump tenía una razón y un objetivo que perseguir.
En un momento en que la cirugía de pérdida de peso se está convirtiendo en un instrumento “privilegiado” para perder peso tanto para hombres y mujeres del tamaño de Steve, él sigue prefiriendo la manera más dura tal vez, pero natural. Porque no hay que engañarse, estas cirugías duran un tiempo limitado y no te garantiza engordar nuevamente. Obvio, el problema no está en el estomago sino que en la cabeza, como lo comento en mi libro, “Un Hombre Un Entrenador, Un Sueño”
Lo de Steve es un gran logro porque vivimos en la cultura de “yo lo quiero ahora, yo quiero una solución rápida”. Los estadounidenses no sólo son conocidos por querer todo ahora, sino que también en general el yo quiero ahora tu lo verás cuando se trata de un automóvil, en los televisores, en los refrigeradores de cocinas. Este modo de pensar está manteniendo la obesidad la mayor prevalencia en el mundo, con una muy banal solución cosmética para perder peso, que incluso ha llevado a los japoneses recientemente a fabricar lentes para perder peso. Esto es el colmo!!
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