Afortunadamente, es esta época del año otra vez, has buscado un destino donde ir y de tu elección, reservando tal vez los tickets y la habitación, estás a punto de dejar tus preocupaciones en la oficina o la casa, excepto una, tu peso. Es cierto que durante las vacaciones de verano, tendemos a explorar más las bellezas naturales de los lugares que visitamos, también la cocina local que ofrece una gran variedad de tentaciones y que no podemos resistir. Pero, con tal de no tener miedo de regresar a su casa de nuevo con más peso del que se fue, lo mejor será leer esta breve guía sobre cómo no aumentar de peso durante las vacaciones de verano. La gente tiende a pensar que porque están en vacaciones no se permitirán seguir ningún tipo de plan de “dieta” (alimentación) o continuar midiendo sus porciones de comida. Después de todo, es tiempo de verano, lo que automáticamente se traduce como el tiempo donde se debe bajar la guardia. Pero bueno, por muy tentador que pueda parecer para muchos, todos sabemos que los resultados de un “relajado” plan nutricional, es un muy mal “negocio” para todos nosotros y muy bueno para los centros de pérdida de peso por la finalización de nuestro período de verano. Sin embargo, hay una salida y que no incluye pasar “hambre”. Mantener el equilibrio de tu dieta no es tan difícil, siempre y cuando sepas lo que debes evitar, cuándo y por qué.
Permíteme comenzar diciendo que no hay alimentos “malos”, comillas porque hay algunos que si son muy malos. Lo más importante es rescatar aquí, es que si hay malos hábitos alimenticios. Está bien que a veces puedas disfrutar de un helado, un pastel de chocolate, una comida de ocho porciones, o una bolsa de papas fritas y aún logra mantener tu figura, estar activo, enérgico y en forma. La primera regla es que no te saltes las comidas. En vez de comer una gran porción de los alimentos después que estás muerto de hambre todo el día en la playa, es disfrutar de un desayuno sano y equilibrado que mantendrá tu estómago lleno y tus niveles de energía altos. Luego, dependiendo de tus hábitos alimentarios, podrías comer un almuerzo ligero y una cena algo más pesada temprano, o viceversa. Si estás confundido sobre lo que debes seleccionar para tus refrigerios, puedes elegir entre frutas frescas, yogur natural o un tomate pequeño y un sándwich de queso.Continua leyendo haciendo clic aquí abajo
Carlos Correa Coaching
En tu camino a una mejor calidad de vida
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